sábado, mayo 01, 2010

EL PRIMER HOMBRE

EL PRIMER HOMBRE
Hay una cuestión en la que la mayoría de los paleoantropólogos parecen estar de acuerdo: todos los homínidos antes de Homo erectus (con excepción del problemático Homo habilis) son más simios que humanos, mientras que todo lo posterior a erectus es claramente humano. Homo erectus marca un punto de inflexión crucial. Conoce y usa el fuego, es recolector-cazador y es capaz de construir herramientas elaboradas, que precisan de una representación mental previa. Desde que sus fósiles fueron descubiertos por Eugène Dubois en 1891 en Java, se le llamó pithecanthropus erectus, respondiendo a lo que el genial anatomista holandés creyó que había encontrado:un ser intermedio entre el hombre y el mono. Treinta años más tarde se inician en el yacimiento de Chu-Ku-Tien, en Pekín, una serie de hallazgos que van a corresponder hasta a 45 individuos de la misma especie. Además de nuevos hallazgos en China, en 1954 aparecen nuevos restos cerca de Orán y asimismo hay vestigios de la misma especie en la costa atlántica de Marruecos. La enorme difusión de los pithecanthropus, (todavía algunos autores prefieren llamarlos así), se completa con los numerosos fósiles hallados en África. En 1984 un esqueleto excavado por R. Leakey en la orilla del lago Turkana, en África oriental, mostró un esqueleto muy completo de un joven cuyo estudio confirmó, entre otras cosas, que los erectus eran considerablemente más altos y esbeltos de lo que se creía. Homo erectus u Homo ergaster, pues así llaman algunos especialistas a los restos de esta misma especie pero encontrados en el continente africano, aparece hace 1,6-1,7 millones de años en África, mide de adulto 180 cm. y su capacidad cerebral es considerablemente más grande que todo lo anterior. A Homo erectus se le sigue considerando como la primera especie que emigra fuera de África a pesar de que lo encontramos, entre otros diversos lugares, en Georgia (Europa Oriental) hace 1,5-1,2 millones de años, en la isla de Java hace 1,8-1,6? millones de años y en China en torno al millón de años. Es éste uno de los motivos de la enorme polémica que suscitó el hallazgo del Hombre de Orce, en Granada, ya que la datación del yacimiento donde se encontró junto con importante industria lítica, era también en torno a 1,8 millones de años. H. Erectus se mantiene hasta hace 500.000 años o más, dado que existen fósiles del mismo datados en 300.000 años en África (Awash, Etiopía) y en 200.000 años fuera del continente africano (Zhoukodian, China
ALGUNOS INTERROGANTES
A pesar de lo mucho que se ha investigado en los últimos años, las grandes preguntas sobre nuestro origen siguen sin respuestas. A lo sumo encontramos diversas hipótesis siempre pendientes de confirmarse por nuevos hallazgos. No sólo permanecen sin responder los enigmas que se remontan a ese período de entre cinco y ocho millones de años, del cual apenas hay hallazgos fósiles que podrían aportar datos esenciales sobre la aparición del bipedismo y, por tanto, sobre nuestros más remotos antecesores, sino que cuestiones como la aparición del habla, la conciencia, el parentesco de los neanderthales o el origen geográfico del sapiens sapiens, que hasta no hace muchos años se daban por conocidas, hoy generan polémica entre los propios paleoantropólogos, pues nuevos datos y técnicas de investigación modernas las ponen en entredicho. Es así como merced al estudio genético hoy se afirma que el neanderthal es otra especie de la que sin duda no provenimos; o cómo Christopher Stringer, entre otros, defiende un origen no exclusivamente africano del hombre actual. Cuenta el libro tibetano Las Estancias de Dzyan que el origen del hombre se remonta a muchos millones de años y que éste ha ido desarrollándose a lo largo del tiempo a través de diversas fases, cada una de las cuales constaba de siete grupos humanos uno de los cuales siempre abría la fase siguiente, quedando el resto como ramas colaterales destinadas a extinguirse. Narra también cómo esos primeros hombres eran gigantes, que luego fueron perdiendo altura y que hace ocho millones de años una parte de los mismos dieron lugar a los “simios sin voz” tras mezclarse con animales. No menciona el texto referido cómo era el aspecto de estos primeros hombres, aunque sí que sus descendientes construyeron grandes fortalezas ciclópeas y que sufrieron diversos cataclismos, el último de los cuales, hace 850.000 años, hundió al continente de Atlántida. Tal vez, en el futuro, alguien incluya también el estudio de los textos antiguos y tradiciones de todos los pueblos como herramienta auxiliar de la Paleoantropología, que al menos en lo que concierne a adjudicar al hombre una gran antigüedad, acertaron.

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